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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



17 de febrero de 2012

QUIEN CAMINA POR LAS SENDAS DE DIOS NO DEBE TEMER

Un alma que camina por las sendas de Dios no debe nunca tener miedo a lo que le pueda ocurrir, porque hasta en los grandes sufrimientos Dios da la gracia necesaria para soportar todo lo que le venga. Yo, Jesús, os hablo,

Nadie ha padecido, ni parecerá lo que Yo padecí. Mis sufrimientos fueron inmensos, infinitos, y sin embargo, soporté en Mi naturaleza humana todo lo que Mi Padre Eterno Me tenía reservado para redimiros y, reparar  todo lo que pecasteis y pecáis con vuestros sentidos y de palabra, de obra, de pensamiento, de deseo y de omisión. Yo, Jesús, os hablo.

Pero hijos, debéis tener buenas disposiciones para el sufrimiento y no rechazarlo tanto, porque Mi enemigo mortal cuando os ve que tenéis miedo al dolor, os agranda este miedo con sugerencias negativas para que os debilitéis ante la pruebas y las rechacéis, incluso hasta que maldigáis esas pruebas, por eso hijos, aceptad lo que el Cielo os de, no tengáis miedo a sufrimientos, porque Yo no os dejaré sucumbir ante ellos, si vuestras disposiciones son buenas y aceptáis lo que el Cielo os manda para purificaros, para mayor corona, para santificaros. Yo, Jesús, os hablo.

Sacerdotes, no tengáis miedo ante nada en vuestro ministerio. Estáis revestidos de Mí, Cristo, y os pido que seáis así, otro “cristo” en la Tierra y que os vean vuestros feligreses con disposición para la prueba y el sufrimiento. No temáis a ninguna prueba que os pueda sobrevenir, ni decisiones de vuestros obispos que os duelan, ni traslados, ni críticas, ni persecución, porque hijos y siervos Míos, lo único que debéis temer de verdad es pecar y perder la gracia santificante. Yo, Jesús, os hablo.

Todo aquel que Me ama debe estar dispuesto a lo que Yo disponga sin miedos, sin desánimos, sin temores de ninguna clase, porque aunque os creáis flaqueza y tengáis miedo de vosotros mismos de no corresponder, hijos, eso ya lo se Yo y procuraré que no sea así y que no solo correspondáis sino que seáis ejemplos vivientes ante los de vuestro entorno y familiares. Practicad tantos unos como otros (sacerdotes y seglares) asiduamente los sacramentos. Confesad a menudo y comulgad y abandonaros en Mi Divino Corazón que tanto os ama y en el de Mi Santa Madre. Yo, Jesús, os hablo y os bendigo. Mi paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo pone en práctica.