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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



9 de febrero de 2013

QUE SE VEA VUESTRO AMOR COMO UN FOCO SE VE EN LA NOCHE OSCURA



Hoy es un día (1) en  que el amor debe brillar en las almas que Me siguen y debe ese amor seguir brillando a lo largo de todos los días de su vida. Yo, Jesús, os hablo.

Soy Jesús, el Amor hecho carne, y quien diga que Me ama debe también amar al prójimo, sea simpático o no, sea agradable o no, sea bueno o sea malo, porque os lo vuelvo a repetir en eso conocerán que sois Mis discípulos (Jn 13,35) Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Míos, a los que amo hasta la locura, os pido amor, no solo amor a Mí que Soy Santo, sino amor a las almas, porque el mundo está falto de amor, y este sentimiento, será lo que salve al mundo de las guerras entre unos y otros. Guerras en las familias, guerras en los trabajos, en los Ministerios y centros públicos. Sí, hijos, sí, porque el amor todo lo perdona y lo disculpa y si Yo no fuera Amor ¿cómo podríais salvaros? Mi amor es el que os salva y no vuestros méritos que son pobres y mediocres. No os pido heroicidades sino amor. Yo, Jesús, os hablo.

Pero Mi enemigo mortal mete la cizaña en las almas contaminándolas, haciéndoles recordar rencillas añejas, situaciones pasadas de alejamiento, palabras desairadas que en alguna vez os dijeron. Quemad todo eso en la hoguera del amor y vivid en paz en Mí que Soy Amor. Yo, Jesús, os hablo.

Mi Madre es también amor, semejante a Mí, que todo lo perdona y lo disculpa y vosotros os molestáis por nada, os lo hagan con buena o mala intención, siempre sacáis las cosas de quicio, porque como os amáis tanto no sabéis ni perdonar ni disculpar. Yo, Jesús, os hablo.

También en Mi Iglesia Católica falta amor entre unos y otros. Los católicos exigís a los sacerdotes una perfección que no solo no tenéis vosotros, sino que estáis muy lejos de tenerla. Queréis que Mis obispos sean santos, deben serlo, pero no rezáis ni os sacrificáis por ellos. Juzgáis a las personas pero vuestras faltas las disculpáis siempre y pedís misericordia por ellas, misericordia que luego no sois capaces de aplicar a vuestro prójimo. Yo, Jesús, os hablo.

Así que sed almas que amen y se vea vuestro amor como un foco se ve en la noche oscura, porque en estos tiempos de apostasía aquel que ame se salvará. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo pone en práctica.


(1) Este mensaje fue recibido el día 4 de febrero, día mundial del cáncer.