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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



25 de noviembre de 2013

SEA VUESTRO CONSUELO PARA ESE SER QUE SE OS HA IDO LA ORACIÓN COMO SUFRAGIO




Que dolor tan grande es para los familiares cuando se marcha un ser querido y saben que en esta vida no volverán a verlo más. Pero hijos, el tiempo de alejamiento es muy corto, comparado con lo que es la eternidad que no tiene fin. Yo, Jesús, os hablo.

La ausencia de un ser querido deja un vacío en el alma y en la vida. Se le echa de menos, se le recuerda en determinadas fechas, en sus enseres, en sus dependencias, en su butaca, todo mueve al recuerdo de ese ser que se ha ido y que hubierais querido retenerlo más. Pero cuando Dios se lleva a un ser querido y nunca os viene bien que se vaya, es por su bien, por el bien de su alma que pretende que se salve y no vuelva a caer en tentación ni en estados pecaminosos. Yo, Jesús, os hablo.

Yo veo cuando un alma ya está preparada para la Vida Eterna y Me la llevo, (1) porque  lo que deseo es tenerla eternamente en Mi Casa al igual que a vosotros. Hijos, Mi sabiduría supera con creces vuestro entendimiento, es infinita y vuestro entendimiento es muy limitado, pero aun así la fe que tenéis en Mí y en Mi doctrina, os hace creer que lo que dispongo es lo mejor para el bien del alma. Yo, Jesús, os hablo.

Sea vuestro consuelo para ese ser que se os ha ido y que no podréis compartir comidas con él, ni reuniones familiares, ni tertulias, la oración como sufragio a esa alma que ha partido y que se siente ya incapacitada para merecer. Por eso, ahora debéis de ofrecerle sufragios, con ayunos, penitencias y oración para que se purifique cuanto antes y su belleza sea muy grande a la vista del Padre Celestial. Como ella ya no puede merecer, vosotros podéis ayudarla en su purificación con vuestros sufragios y el amor con que lo hagáis. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.



(1)   Se refiere a las almas que están en comunión con El.