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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



25 de diciembre de 2013

HACED POR LAS ALMAS LO QUE YO MISMO HICE Y LO QUE HARÍA EN VUESTRO LUGAR



Hijos Míos, Soy el Buen Pastor y hablo a Mis ovejas, ovejas de Mi rebaño. Yo, Jesús, os hablo.

Todo aquel que pasta en Mis prados no conocerá la muerte eterna, porque Yo hijos Míos, alimento adecuadamente a Mis ovejas y Me cuido de ellas para que lo que coman sean alimentos de Vida Eterna. Pero algunas de Mis ovejas quieren buscar alimentos en otros sitios que nada tienen que ver Conmigo, y ellas mismas se contaminan, ellas mismas se enferman con el mal que toman, y algunas pierden el alimento de Vida Eterna y el que toman se convierte en alimento mortal para su alma. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Míos, ovejas de Mi rebaño, cuando veáis que algunos de vuestros hermanos va por caminos no rectos o caminos de perdición, presentádmelo en la oración y rogad por él cómo lo haríais por un ser querido. Y si está de vuestra parte hacerle ver que se equivoca, hacedlo también, porque todo el que ayuda a salvar a un alma predestina la suya.

Sé que esto a muchos os cuesta bastante porque os inhiben los respetos humanos, por eso hijos, tenéis que ser valientes y tener los conceptos evangélicos muy claros, para ayudar a quienes en vuestra vida se os presenten por caminos erróneos y de perdición eterna.

Cuando veis un accidente o cuando le sucede algo físicamente a una persona que se encuentra a vuestro lado, algún desmayo, alguna caída, algo que hace pensar que se ha enfermado, os volcáis con mucho amor a socorrer a la persona en sí. Pues bien, haced lo Mismo cuando veáis a personas que están equivocadas y que buscan la felicidad en lugares paganos y contaminados por el mal, en todos los aspectos, en sitios donde la sana doctrina brilla por su ausencia, en lugares de deseos terrenos y materiales que tienen su caducidad en esta misma vida y que no traspasaran la barreras eternas. Yo, Jesús, os hablo.

Haced por las almas lo que Yo Mismo hice y lo que Yo Mismo haría en vuestro lugar y, si os falta decisión y valor, pedidme a Mí la gracia que todo lo vence. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.