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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



23 de febrero de 2013

REZAD POR AQUELLOS CUYA FE BRILLA EN LA OSCURIDAD DE LAS ALMAS MUERTAS Y NO TEMÁIS NADA



Hijos Míos que  estáis especulando sobre la dimisión de Mi Papa, os pido que en vez de especular tanto, recéis más. Yo, Jesús, os hablo.

No debéis hacer conjeturas de una u otra clase, solo debéis estar preparados para las batallas que vais a tener que librar, porque hijos, las profecías deben cumplirse pero Yo estaré con vosotros hasta el final. Yo, Jesús, os hablo.

Rezad hijos de Mi divino Corazón por los religiosos y religiosas, por el clero, por la Jerarquía. Encomendad a Mi Santa Madre a todas las personas cuya profesión Soy Yo y que Me eligieron para meta de sus vidas. Pero rezad también por los católicos, aquellos cuya fe brilla en la oscuridad de las almas muertas y no temáis nada si vivís unidos a Mí y a Mi Santa Madre, porque Yo os amo como ni vosotros mismos podéis amaros. Yo, Jesús, os hablo.

Mi Santo Padre (el Papa) está muy delicado de salud, basta con creáis esto aunque existieran otras razones de peso. Cuando un Papa toma esa decisión es porque no tiene otra mejor. Yo no os voy a decir las cosas claras en su  totalidad, pero los acontecimientos sucederán y comprenderéis muchas cosas que ahora las tenéis veladas. Yo, Jesús, os hablo.

Vivid en estado de gracia para que tengáis fuerza en las tribulaciones que padeceréis, porque nadie estará exento de ellas, unos más otros menos, pero todos sufrirán parte de Mi Pasión y después la gloria de Mi Resurrección. Debéis alegraros de vivir en esta época en que el sufrimiento por Mi causa no os va a faltar. Muchos de Mis bienaventurados hubieran querido vivir en esta época por la de gloria que Me podéis dar y la de gracias inmensas que podéis recibir, todo en la medida de vuestra fe, amor y entrega a Mí. Ni el niño, ni el anciano se verán exentos de sufrir, pero cada cual según sus fuerzas y limitaciones, Yo no Soy un tirano, Soy un Dios de amor, y os vuelvo a repetir que os amo sin medida. Yo, Jesús, os hablo.

No quiero librar a nadie del bien espiritual que padecer por Mí trae, así que hijos, cuando os venga el dolor, el desaliento, coged Mi mano y decidme: Jesús, yo, confío en Ti, porque quien confíe en su Dios, tiene aprobada la más importante asignatura de todas, las demás están muy por debajo de ésta, ya que la confianza en Mí es consecuencia del amor que Me tenéis. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Os quiero hijos, no lo olvidéis.