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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



8 de abril de 2013

NO LLORÉIS POR MÍ HIJOS, NO LLORÉIS POR MÍ, LLORAD POR VUESTROS HIJOS Y VUESTROS CÓNYUGES



no lloréis por Mí hijos, no lloréis por Mí, llorad por vuestros hijos (Lc 23, 28) y vuestros cónyuges, llorad por vosotros mismos que camináis errados, rectos a la perdición eterna. Yo, Jesús, os hablo.

Lamentáis constantemente los abusos que cada vez se ven en la Sagrada Eucaristía, pero os digo que esos abusos, esas comuniones sacrílegas, ese saltase las normas establecidas, son fruto de cómo habéis educado a vuestros hijos y de cómo vivís vuestra fe, porque debéis padres imponer vuestra autoridad y hablar con valentía sin dejar el amor, a vuestros hijos y demás familiares de vuestro entorno. Debéis decir que Mi Sacratísimo Cuerpo debe ser tomado con el alma limpia de pecado y rencores, y con sumo respeto y reverencia y no ir a comulgar como quien va a coger una entrada para un espectáculo. Yo, Jesús, os hablo.

Ante todo debéis predicar con el ejemplo asistiendo decentemente y sin excesos en peinados, maquillajes, piercings y demás, porque hijos, si vestís como payasos, no os tomaran en serio y deseo que Me recibáis con una vestimenta digna y normal, nada de excentricidades ¡que no estáis en el circo! Yo, Jesús, os hablo.

Y esas faldas cortas y provocativas que visten vuestras hijas debéis destruirlas,  porque tanto el padre como la madre que consintió eso para sus hijos se le pedirá cuentas y no digáis que es la moda y que muchos van así, eso no Me vale, así que tenéis que procurar que vuestros hijos e hijas, vistan y actúen cristianamente sin tolerar en absoluto nada que no sea así. Yo, Jesús, os hablo.

Veis la paja en el ojo ajeno y no veis la viga en el vuestro (Lc 6, 41) y Me tenéis muy disgustado por los caminos pecaminosos  que recorren vuestros hijos e hijas y que a vosotros no os preocupan. Por tanto, posponed vuestra conducta y poneos en acción a Mi favor, porque el que no está Conmigo está contra Mí (Lc 11, 23) y quien está contra Mí no tomará parte en Mi reino. Yo, Jesús, os hablo y os advierto.  Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.