Páginas

Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



2 de julio de 2014

LIBRANOS PADRE NUESTRO DEL MAL


Creador es vuestro Padre Celestial que hizo el Mundo y el Universo entero de la nada, movido por el infinito amor a todas sus criaturas. Yo, Jesús, os hablo.

Nadie ha hecho por la Humanidad lo que vuestro Padre Celestial, y que poquitos sois los que lo reconocéis y los que les dais las gracias. Por eso, hijos Míos, hijos de Mi divino Corazón, reconoced a vuestro Padre Eterno que hace salir el sol sobre justos e injustos (Mt 5, 45) y que oye todas las plegarias desde el más santo, al más pecador.  Yo, Jesús, os hablo.

Vosotros que tanto reconocéis a vuestros progenitores en la Tierra, reconoced también a vuestro Padre del Cielo, y aunque El nada necesita de las criaturas, le agrada sobremanera que éstas le reconozcan y le den culto y amor. Yo, Jesús, os hablo.

Sed agradecidos con quien os sostiene cada día, sed amantes con quien os creó y os dotó de tantos dones como la familia, la inteligencia, la profesión, y  todo lo bueno que tenéis, porque lo malo que tenéis os lo proporcionáis vosotros mismos cuando queréis acaparar más de la cuenta, y cuando no os conformáis con lo que Dios os da cada día. Pedid ayuda a vuestro Padre Celestial y dirigíos a Él con el corazón contrito. Pedidle ayuda para que cada día sea santificado para su gloria y el bien de tantas y tantas almas que se benefician de lo que hagáis dentro del Cuerpo Místico, y aun fuera de éste, porque el bien alcanza a toda la Humanidad, y el mal también. Por eso, cada día debéis repetir una y otra vez: Líbranos, Padre Nuestro, del mal. Yo, Jesús, os hablo.

Todo aquel que reconoce a su Padre Celestial y le honra dándole culto y adoración, será un alma que brillará por donde vaya, porque su luz sobrenatural alcanzará a otras almas que en oscuridad no saben por dónde guiar sus vidas y se sienten confundidas. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos, que este mensaje que os doy no lo ignoréis, no sea uno más de los que leéis y ya. Tratad de ponerlo en práctica y de honrar a ese Padre Celestial que tanto, tanto os ama, que os envió a Su Unigénito para salvaros. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.