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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



8 de agosto de 2014

BRILLARÁN EN EL CIELO CON UNA LUZ DIFERENTE PORQUE SERÁN LOS MÁRTIRES DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS



Hijos Míos, sois muchos de vosotros los que llevando una vida santa y de entrega a Mí, tendréis que padecer, porque hijos, el mal esta tan avanzado y es tan inmenso que necesito almas victimas que no Me escatimen ni amor, ni sacrificios. Yo, Jesús, os hablo.

Pero no temáis al sufrimiento que Yo os pueda pedir, porque aparte de que tendréis Mi gracia para soportarlo, no será mayor de lo que vuestras fuerzas puedan aguantar, eso sí, necesito que en espíritu de generosidad aceptéis lo que os venga, que para unos serán padecimientos físicos, para otros sufrimientos morales y para otros  las dos clases de sufrimientos. Yo, Jesús, os hablo.

Es gracia especial que os concedo haceros participes de Mis sufrimientos en vuestros cuerpos y en vuestras almas. Seréis muchos perseguidos, marginados y padeceréis injusticias. Otros seréis ignorados, despreciados, calumniados, pero todo estará previsto por Mí y todo tendrá un límite puesto por Mí, porque Yo no Soy un sádico que desee que sufráis así como así, solo que hijos Míos, necesito aplicar a muchas almas vuestros sufrimientos, si estos son aceptados con amor, valentía y generosidad. Yo, Jesús, os hablo.

Algunos ya Me habéis dicho que sí. Otros os habéis adelantado a Mis deseos ofreciéndoos voluntariamente según Mi Santo Espíritu os ha inspirado. Otros os habéis ofrecido a Mi Santa Madre, y así hijos, con vuestra generosidad y disposiciones, este ejército de valientes que Yo dispongo, vencerá muchos males y ayudará a otras almas a salvarse, todo hijos Míos, en Comunión Conmigo. Yo, Jesús, os hablo.

Esto va también para Mis sacerdotes, aquellos que no se reservan nada para sí mismos y todo Me lo han dado, incluido su voluntad. Estas personas tanto laicos como sacerdotes, brillarán en el Cielo con una luz diferente, porque serán los mártires de los últimos tiempos. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.