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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



11 de noviembre de 2014

OS LO DIGO MUY SERIAMENTE Y MUY SERIAMENTE OS LO TENÉIS QUE TOMAR



Todos los recursos habidos y por haber para la salvación de las almas, hay que ponerlos en práctica. Yo, Jesús, os hablo

Cada uno de vosotros, practicantes o no, deben poner de su parte por el bien de la Iglesia. Todos deben contribuir a la salvación de las almas y a evitar el mal en Mi Iglesia, sin excepción alguna, incluso enseñando a los niños que también participen, porque lo mismo que ayudáis a vuestras Nación con vuestros impuestos y sabéis que no debéis evadirlos, así debéis ayudar a vuestra Madre la Iglesia en su peregrinar, para que llegue a buen término todos los que la integran. Yo, Jesús, os hablo.

Si pertenecéis a esta Institución debéis sostenerla con oraciones, mortificaciones, renuncias y toda clase de dádivas, que Yo las recogeré amorosamente para aplicarlas a la Iglesia. Yo, Jesús, os hablo.

Todos tienen que rezar por la Iglesia y sus miembros, porque es deber de todos contribuir con sus ofrecimientos, desde el más grande al más chico. Así, enseñad a los peques que no quieren comer que lo hagan por el bien de la Iglesia, por los sacerdotes, por el Papa, porque no se debe criticar a la Iglesia y no hacer nada por ella. Yo, Jesús, os hablo.

Esto os lo digo muy seriamente, y muy seriamente os lo tenéis que tomar. No creáis que nos os pediré cuentas de ello y tampoco creáis que no os recompensaré, pues Yo pago muy bien todo lo que Me ofrecéis, si no en esta vida, en la otra. Yo, Jesús, os hablo.

Propagad este mensaje para que llegue al máximo posible de almas y para que todos de una forma u de otra, puedan contribuir con lo que Mi Santo Espíritu les inspire y según la generosidad de cada uno. Yo, Jesús os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.