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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



15 de julio de 2014

TAMBIÉN SE ANUNCIÓ EN SODOMA Y GOMORRA EL GRAN CASTIGO QUE MANDARÍA DIOS



Lejos está la Humanidad pecadora y corrupta de suponer o pensar lo que les espera. Yo, Jesús, os hablo

La gente vive holgadamente, sin más preocupación que discurrir como pasarán mejor el próximo fin de semana, o que comerán al día siguiente que les guste, y no saben que llegarán días en que los gusanos los desearan para llenarse el estómago, porque hijos, ahora vivís sin preocupaciones especiales, y aunque las tengáis, no os quitan el sueño, porque sabéis que son rachas malas que van y vienen. Yo, Jesús, os hablo.

También se anunció en Sodoma y Gomorra el gran castigo que mandaría Dios, y lo mismo con el diluvio universal, pero hoy día la gente se ríe de Mis mensajes, de Mis instrumentos a quienes tildan de ñoños, y de Mis verdaderos y auténticos sacerdotes que sufren lo indecible ante tanto desprecio y persecución. Persecución no precisamente con las armas, pero sí con la boca, con actitudes de marginación, con críticas por su gran labor, o con obediencias a los obispos a quienes molesta sacerdotes tan santos. Yo, Jesús, os hablo.

Pero ¡ay de vosotros que ahora vivís sin preocupaciones especiales y pasáis de todo lo sagrado! ¡Ay de vosotros! Os digo que el diluvio universal no será nada comparado con lo que os viene, porque no obtendréis mas que lo que os merecéis, y aun así en todo lo que os merecéis Mi misericordia estará presente, porque si por Mi justicia fuera, iríais sin contemplaciones directos al Infierno. Yo, Jesús, os hablo.

Yo Soy Jesús el Hijo del Altísimo quien os habla. No os habla Mi instrumento, no, os hablo Yo y os advierto. ¡Convertíos, convertíos! y dejad de pecar, de robar, de engendrar hijos para el Infierno (1). Volved vuestro rostro a Mí y haced oración y penitencia y Yo os digo que olvidaré vuestras corrompidas acciones y las pasaré por alto a la hora de mandar un gran castigo, si vuestro corazón contrito reconoce su culpa y Me acepta como Dios y Señor. Yo, Jesús, os hablo y os advierto. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.

(1) Quiere decir que si se tienen hijos y luego no se les educa para Dios, serán hijos para el Infierno.