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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



4 de agosto de 2014

LAS GUERRAS Y LAS MALAS NEGOCIACIONES DE LOS PAÍSES ESTÁN LLENANDO LA TIERRA DE SANGRE Y LÁGRIMAS



Hijos Míos, los Sagrados Corazones de Mi Santísima Madre y el Mío están llenos de congoja. Yo, Jesús, os hablo.

Qué triste es ver como las guerras y las malas negociaciones de los países que todos buscan su propio interés, y ninguno un bien colectivo que a todos les valga, estén llenando el planeta Tierra de sangre y lágrimas, porque entre la sangre de los que mueren, el dolor de sus familiares al perderlos, entre el temor y el tormento moral de todos los habitantes al oír noticias tan nefastas y el temor de que les pueda alcanzar estas atrocidades, este planeta está de duelo riguroso por todo ello y también nuestros Sagrados Corazones. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Míos, que lamentáis tanta catástrofe, os pido que arriméis vuestra aportación con oraciones, ayunos, sacrificios y mortificaciones. Hijos, hacedlo todo en estado de gracia, sin pecado, para que no se pierda nada y todo suba a nuestro Trono. Yo, Jesús, os hablo.

Sacerdotes de mi divino Corazón, ofreced el Santo Sacrificio  de la Misa por la paz del mundo, una Misa bien celebrada, con fe, amor y entrega, aplaca mucho la justicia de Mi Padre Celestial, porque hijos, guerras, crímenes, atrocidades, las ha habido siempre, pero Yo os digo que esta vez es la guerra del Infierno contra el Cielo y alcanzará a muchos de una forma u otra, bien moralmente, bien físicamente. Por eso, a todos os incumbe la paz, la paz de Dios, no la paz de los hombres condicionada y vulnerable. Hijos, orad junto a Mi Santa Madre y ofrecedle perlas de oraciones, de amor y de sacrificios, Ella os lo agradecerá, y bendecirá con creces todo lo que hagáis por estas intenciones. Yo, Jesús, os hablo.

No seáis impasibles ante el dolor de vuestros hermanos extranjeros. Aunque no los conozcáis haceros uno con su dolor, como si estuviera pasando en vuestro país, como si os sucediera a vosotros mismos, porque en nuestros Sagrados Corazones todos sois uno mismo y por todos ofrecí Mi Preciosísima Sangre y Mi Madre Sus dolores.  Invocad y haced coronillas y novenas a Mi Arcángel San Miguel quien libra y librará esta terrible batalla del mal contra el bien durante todo el tiempo que dure, el es poderoso y fuerte, pero con vuestras oraciones le ayudáis a alcanzar cuando antes la victoria, porque el os ama y recoge lo que le ofrecéis con inmenso amor. Yo, Jesús, os hablo.

Mi paz os doy y os pido que la mantengáis con vosotros viviendo en comunión Conmigo y en gracia de Dios, nada más eficaz para vencer el mal que arrancar de vuestras almas el pecado. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.