Hijos
de Dios, aunque el mundo oscurezca, aunque las gentes se desquicien, aunque
parezca que ya no hay fe, ni bondad, ni nada bueno en el mundo, no desfallezcáis
y no os mudéis, manteos en vuestras posiciones. El que es sacerdote, siga como
tal en su ministerio a pesar de que tenga obstáculos. El que es católico, no se
cambie y siga siéndolo, los padres de familia y las madres arropen a sus hijos
y les den fuerza, y todos a una desde donde estéis invocad al Cordero de Dios y
adoradlo, porque estas cosas deben suceder. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.
Es la
tribulación que todo ser viviente debe padecer. Pero no tengáis miedo, no tengáis
miedo de las cosas de este mundo, porque son perecederas y caducas, temed a las
del otro mundo que son eternas. Manteneos en oración junto a la Santísima Virgen.
Que en todos los hogares haya una imagen de María Santísima, y rosarios y agua
bendita, y no tengáis miedo de nada de
lo que suceda si estáis con Dios, porque El no os abandonará y solo os pide
fidelidad en todas los momentos, en los momentos de oscuridad y en los momentos
de luz. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.
Invocadme
a Mí, Espíritu Santo, para que os guie en la oscuridad como la estrella guió a los
Reyes Magos. No desesperéis, no os invada el pesimismo, quien resista hasta el
fin ese se salvará y ayudará a otros a salvarse. Sed fuertes y pacientes,
ofreced todo por el bien de las almas y de la Iglesia, por el Santo Padre (el
Papa) por quien más tenéis que rezar y no os olvidéis que los miembros del Cuerpo
Místico también deben pasar la Pasión de Cristo para luego resucitar como El
resucitó. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.
¡Animo
hijos! se os avisa para que no os pille desprevenidos. Tened la Biblia a mano,
y sacramentales, la cruz de San Benito, y orad, orad y orad cuando todo esto
suceda, porque la oración será la mejor arma que podáis tener, si además la hacéis
con el corazón limpio de pecado. Yo, Espíritu de Dios, os hablo y os advierto.
La paz de Dios Altísimo y de las Tres divinas Personas esté con todos vosotros.