¡Ven Espíritu Santo!
Hijos de Dios, la
Tierra es una acumulación de pecados de tal índole que el hedor se hace
insoportable ante Mi mirada. Yo, Padre Eterno, os hablo.
He hecho lo inimaginable
por salvar a este Planeta de tanta podredumbre, pero las criaturas no Me
responden y no solo blasfeman de Mí y Me niegan, sino que tratan a Mi divino Hijo
como si fuera un objeto en la Santa Eucaristía, y esto hijos Míos, va también
por los sacerdotes que no predican la presencian real de Mi hijo en la Eucaristía
y que pasan de muchas cosas que ellos saben que están muy mal ante Mi mirada.
Yo, el Padre Eterno, os hablo.
Hijos de Dios, no merecéis
llamaros así, porque dais más gusto a Satanás que a Mí que Soy el Omnipotente,
pero aunque malos y pecadores, sois hijos Míos porque Yo así lo quise. Os pido
que reparéis inmensamente tanto ultraje y sacrilegio como se comete con el
Sacratísimo Cuerpo de Mi divino Hijo, lo que hagáis por Él es como si lo hicierais
por Mí, y si a Él lo consideráis a Mí Me consideráis. Por tanto, ofreced sacrificios,
ayunos y misas en reparación de tanto, tanto mal, porque como no reparéis el
mal, este va a sofocar incluso a los elegidos. Yo, Padre Eterno, os hablo.
Que Mis Obispos sean
valientes y demanden Mis intereses, que Yo pediré precisas cuentas a todos, por
cada acción individual que omitan por Mi causa, y lo mismo que pago generosamente
por cualquier pequeñez que hagáis por Mi amor o el de Mi Hijo, también pediré
cuentas de las omisiones que hagáis, que lamentablemente son muchísimas.
Homilías, cartas, escritos, folletos, correos electrónicos, todo sirve para propagar las cosas de Dios y
extender la doctrina de la Santa Iglesia que fundó Mi divino Hijo y que también
está contaminada por muchos sacerdotes materialistas o mundanos cuyo ejemplo que dan a los feligreses es una decepción para ellos.
Yo, Padre Eterno, os hablo y os advierto. La paz de la Santísima Trinidad esté
con quien crea y ponga en práctica este mensaje.