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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



24 de septiembre de 2014

LOS HIJOS DE LA LUZ DEBEN AYUDAR A CAMINAR HACIA MÍ A LOS HIJOS DE LAS TINIEBLAS



Los hijos de la luz deben ayudar a caminar hacia Mí a los hijos de las tinieblas, porque Yo vine a salvar a los pecadores y no a desentenderme de ellos Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Míos, fueron los pecadores los que Me hicieron venir a la Tierra, porque si Yo no los buscó ¿quien se habría interesado por personas cuyas acciones producen rechazo y en muchos casos repugnancia? Yo sé hijos que esto también os sucede a vosotros pero quiero que Me imitéis en todo, sobre todo, en la misericordia. Porque si nadie ama a los pecadores ¿qué sería de ellos?  Hay que odiar el pecado pero no al pecador, y muchos de ellos, se pueden reconvertir y salvar si ven que los hijos de la luz le tenéis amor y los ayudáis.  Yo, Jesús, os hablo.

Todos sois pecadores,  así que todos os habéis vestido con el traje del pecado, pero Yo os toqué con Mi gracia y a muchos les sirvió para reconvertir su vida, a otros las mismas gracias no le sirvieron y las malograron con sus acciones. Yo, Jesús, os hablo.

Son multitud los que tienen en el alma pecados adosados desde hace años, incluso, ya olvidados, pero en Mi presente eterno Yo veo esos pecados y ahí están sin haber sido ni confesados, ni reparados, ni arrepentidos. Por eso, hijos Míos, hijos de la luz, tenéis que rezar por los pecadores, pues cada día mueren multitud de ellos sin penitencia final, ni arrepentimiento. Pero si rezáis con amor y de corazón, Mi misericordia alcanzará a muchos, porque algunos no han salido del pecado por dejadez, no por maldad. Yo, Jesús, os hablo.

Pedid, hijos Míos, ayuda a la Llena de Gracia, que Ella sabe quitar y poner en el alma del pecador como nadie. Yo le di ese poder de ayudar a la salvación de las almas con su intercesión y amor maternal, y unida a Mí, somos Ella y Yo uno solo. Yo, Jesús, os hablo y os instruyó. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.