Hijos Míos, a la
luz de Mi sabiduría y poder sois almas que vais muchos por caminos fatales de perdición. Pues estáis con ideas erróneas de las que no tenéis ningún
interés de salir y poner nada de vuestra parte. Os consideráis buenos porque alguna
vez hacéis alguna obra buena y ya está todo, pero la verdadera bondad viene de
Mí y quien no esta unido a Mí y no vive en Mí, su bondad es ocasional y muy
parca. Yo, Jesús, os hablo.
Os preocupáis mucho de vuestros intereses sin importaros apenas las circunstancias ajenas. Hijos, Me tenéis muy disgustado y os pido reflexión y conversión, porque Yo no quiero que se pierdan tantas almas que van por caminos equívocados, y muchas de ellas, saben que es así pero no postergan su actitud. Yo, Jesús, os hablo.
Os preocupáis mucho de vuestros intereses sin importaros apenas las circunstancias ajenas. Hijos, Me tenéis muy disgustado y os pido reflexión y conversión, porque Yo no quiero que se pierdan tantas almas que van por caminos equívocados, y muchas de ellas, saben que es así pero no postergan su actitud. Yo, Jesús, os hablo.
Soy Yo, el mismo Jesús
quien os avisa. Decís que no creéis en los curas pero no son los curas los que
os hablan, sino Yo en Mi Santo Evangelio y ahora a través de Mis fieles
instrumentos, por tanto hijos, oíd Mi voz y aplicaros las alertas que os hago,
que son movidas por Mi inmenso amor hacia vosotros. Yo, Jesús, os hablo.
Debéis vivir la fe
católica a la que pertenecéis y educar a vuestros hijos en esa fe, pero todo
según el Magisterio de la Iglesia y según la tradición de la misma de tantos
siglos. Tratad de darme culto y de practicar los sacramentos. Tratad de conocerme
mejor relacionándoos Conmigo. Leed sobre Mí, o buscad a quien os catequice en
condiciones, porque si no hijos, sois culpables de negligencias y tenéis que
poner de vuestra parte para salvar vuestra alma, la cual no la veis pero existe,
y sino vez que cuando una persona muere el cuerpo se queda inanimado porque su
alma ya no está dentro de ese cuerpo. El alma ya va a otra dimensión a acoplarse
en el lugar que según sus obras haya merecido. Yo, Jesús, os hablo.
Tratad de vivir más
la vida interior del alma, meditando puntos de la fe católica, leyendo la
Palabra de Dios, guardando silencios para pensar en todo ello. Tratad, hijos,
de ser almas de Dios y no del mundo, porque el mundo os perderá si le seguís en
sus juicios y pensamientos. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel
que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.