Queridos amigos: Soy una mujer que he perdido a mi hijo a causa del sida, y a pesar del dolor que esto me ha supuesto, gracias a esta enfermedad he conocido las practicas cristianas y el Evangelio. Ahora conozco a un DIOS de misericordia y salvación y no un DIOS de castigo y normas.
Antes de morir, mi hijo comulgó y murió en paz. Yo fui evangélica y no conocí el amor de la Virgen María, pero ahora gracias al grupo que me ayudó que es cristiano-católico, conocí y comprendí que Santa María es símbolo de amor y salvación; es algo real, y ayudó a mi hijo a prepararse para la Vida Eterna. Él murió con el Santo Escapulario de la Virgen del Carmen y el Santo Rosario puestos.
Las personas muchas veces nos quejamos pedimos y lloramos. Queremos sanar a nuestros enfermos pero no aceptamos la voluntad de DIOS en ese contexto que nos toca vivir, y no sabemos que el sida (en muchos casos) les permite salvar sus almas y hacer en familia bendiciones y alabanzas a DIOS, aceptando la enfermedad y ofreciéndola por el bien de las almas. Les pido sus oraciones y su amistad. Miriam de Perú.