Caminos torcidos, erróneos y engañosos llevan
miríadas de almas por el paso en este mundo. Yo, Jesús, os hablo.
Hijos Míos, que lamentable es ver como miles y miles
y miles de almas no quieren enmendar sus vidas y van por caminos tortuosos,
llenos de podredumbre e inmundicia, que doloroso es a Mi Corazón y al de Mi
Santa Madre ver como las almas se pierden conscientemente de ello, porque saben
muy bien cuales son la rectitud y la
moral que deben seguir, pero las postergan por vicios, amores pecaminosos,
fraudes y demás violaciones de la Ley de Dios que las llevarán irremisiblemente
a la perdición eterna. Yo, Jesús, os hablo.
Algunas de esas almas leen estos mensajes y sienten
cierto escozor al leerlos, pero en seguida se les pasa y siguen la vida de
disipación y de vicio que cada día los tienen más enganchados.
Os preguntáis muchos de vosotros que podéis hacer
para que esas almas vuelvan su rostro a Dios, y Yo os digo, que si ellos no
quieren y escogieron el mal porque les es más cómodo vivir en el fango que en
la santidad, ellos son los que solitos se condenan. Yo, Jesús, os hablo.
Pero hay otras muchas almas, también miríadas, que
por debilidad no salen de su vida de pecado aunque lo desean, al menos esas almas
lo desean y eso ya es una predisposición. Por esas almas débiles y que caen una
y otra vez, os pido oraciones ante el Santísimo Sacramento expuesto, os pido
Misas, Rosarios y todo lo que podáis ofrecerme, que ya Mi gracia se encargará
de aplicarle a cada una lo necesario para salir adelante. Yo, Jesús, os hablo.
Vosotros hijos Míos, que deseáis ir por los caminos
de Dios, seguid adelante sin desalentaros nunca. A veces perseverar cuesta y os
cansáis, pero Mi consuelo sois vosotros que tratáis de vencer la pereza, el cansancio, el desaliento,
ya veréis como en su momento veis los frutos que todo eso trae, porque hijos,
el Cielo no se queda con nada de nadie, y cada uno recogerá según su cosecha.
Manteneos fieles a la Ley de Dios a pesar de que muchos tenéis dificultades en
vuestro entorno, con la familia o compañeros de trabajo, pero quien Me pone por
encima de todas las cosas, sus frutos y
resultados serán de gloria eterna. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a
todo aquel que leyendo este mensaje lo pone en práctica.