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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



7 de junio de 2012

YO SOY COMPENDIO DE TODAS LAS VIRTUDES Y SI VIVÍS UNIDOS A MÍ ESTÁIS UNIDOS A LA VERDADERA SANTIDAD Y VIRTUD

Sí, alma Mía, sí, tu  vileza Me atrae sobremanera, y por eso no te dejo, para que no caigas en el pecado y una vez caída no pudieras levantarte. Yo suplo con inmenso amor a las almas pequeñas y frágiles, Yo las miro constantemente para evitar que ni siquiera tropiecen, ellas creen que no caen porque son virtuosas, pero nada más lejos, son almas pequeñas, pecadoras, que caen en el pecado y que si no las recogiera Mi mano bondadosa no se salvarían nunca. Tu, alma Mía, eres una de esas almas.

Pero Mi amor hacia ti excede cualquier clase de miseria, tu regalo por ser vil como tu dices, Soy Yo mismo, mira que bien pago la bajeza de las almas que se reconocen como tal, Yo mismo Me doy en obsequio a esas almas. Yo, Jesús, te hablo.

Alma Mía, como tu hay millones y  millones de almas, todas tan frágiles, tan vulnerables, tan ciegas, por eso, te encomiendo que pidas por ellas, para que reconociendo lo que son, su pequeñez, sea Yo mismo el premio  en recompensa a su humildad. Yo, Jesús, te hablo.

Y sacerdotes, hay muchos sacerdotes que aun son más pequeños en virtud que tu y más viles, sí alma, aunque vayan con esas túnicas que les caracteriza o lleven su hábito de la orden, hay sacerdotes muy pequeños (en virtud) que Me necesitan como el bebe necesita a su madre. Pero eso hijos Míos, almas del todo el mundo, y sacerdotes de todo el Universo, no os tiene que preocupar, ni desanimar, porque hijos, Yo os suplo en todas vuestras carencias, y donde vosotros no tenéis virtud, Yo la tengo, solo tenéis que dejaros obrar por Mí misericordiosamente en vosotros. Yo, Jesús, os hablo.

Que nadie se desaliente de su insignificancia y debilidad, que nadie se desanime de su poca virtud, Yo Soy la Suma Virtud, el compendio de todas las virtudes y, si vivís unidos a Mí ya estáis unidos a la verdadera santidad y virtud que Soy Yo Mismo. Yo, Jesús, os hablo y os bendigo. Mi paz a todo aquel que leyendo estos mensajes los pone en práctica.