Hoy es
un día (1) en
que el amor debe brillar en las almas que Me siguen y debe ese amor
seguir brillando a lo largo de todos los días de su vida. Yo, Jesús, os hablo.
Soy
Jesús, el Amor hecho carne, y quien diga que Me ama debe también amar al
prójimo, sea simpático o no, sea agradable o no, sea bueno o sea malo, porque os
lo vuelvo a repetir en eso conocerán que
sois Mis discípulos (Jn 13,35) Yo, Jesús, os hablo.
Hijos
Míos, a los que amo hasta la locura, os pido amor, no solo amor a Mí que Soy
Santo, sino amor a las almas, porque el mundo está falto de amor, y este
sentimiento, será lo que salve al mundo de las guerras entre unos y otros.
Guerras en las familias, guerras en los trabajos, en los Ministerios y centros
públicos. Sí, hijos, sí, porque el amor todo lo perdona y lo disculpa y si Yo
no fuera Amor ¿cómo podríais salvaros? Mi amor es el que os salva y no vuestros
méritos que son pobres y mediocres. No
os pido heroicidades sino amor. Yo, Jesús, os hablo.
Pero Mi enemigo
mortal mete la cizaña en las almas contaminándolas, haciéndoles recordar
rencillas añejas, situaciones pasadas de alejamiento, palabras desairadas que
en alguna vez os dijeron. Quemad todo eso en la hoguera del amor y vivid en paz
en Mí que Soy Amor. Yo, Jesús, os hablo.
Mi Madre
es también amor, semejante a Mí, que todo lo perdona y lo disculpa y vosotros
os molestáis por nada, os lo hagan con buena o mala intención, siempre sacáis
las cosas de quicio, porque como os amáis tanto no sabéis ni perdonar ni
disculpar. Yo, Jesús, os hablo.
También en
Mi Iglesia Católica falta amor entre unos y otros. Los católicos exigís a los sacerdotes
una perfección que no solo no tenéis vosotros, sino que estáis muy lejos de tenerla.
Queréis que Mis obispos sean santos, deben serlo, pero no rezáis ni os sacrificáis
por ellos. Juzgáis a las personas pero vuestras faltas las disculpáis siempre y
pedís misericordia por ellas, misericordia que luego no sois capaces de aplicar
a vuestro prójimo. Yo, Jesús, os hablo.
Así que
sed almas que amen y se vea vuestro amor como un foco se ve en la noche oscura,
porque en estos tiempos de apostasía aquel que ame se salvará. Yo, Jesús, os
hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo pone en práctica.
(1) Este mensaje fue recibido el día 4 de
febrero, día mundial del cáncer.