Todo Aquel que quiera salvar su vida, la perderá y el que la perdiere por Mi la salvará (Mt 19,29) Yo, Jesús, os hablo.
Hijos Míos, Hijos amadísimos de Mi Santa Madre, Yo os digo que esas almas que viven pendientes de darme gusto, que aceptan por amor a Mí las cruces, que no se saltan nada de lo que dije en mi Santo Evangelio, y son almas que se emplean en Mí y emplean sus vidas, sus fuerzas, salud, su tiempo en servirme, esas que hacen el consuelo de Mi Santa Madre y que amortiguan la cólera de Mi Padre Celestial, son pararrayos de la Humanidad , porque por amor a ellas Mi Padre Eterno detiene muchos castigos que esta Humanidad pecadora y pervertida merecen. Yo, Jesús, os hablo.
Son poquitas las almas que así viven entregadas a Mí y a Mis cosas, pero las tengo en todos los puntos geográficos y en todas los colectivos. Amas de casa, padres de familias, monjas, seglares, niños, ancianos, religiosos, sacerdotes, obispos, cardenales, enfermos. Sí hijos, sí, cuando miro a vuestro Planeta y veo esas almas tan entregadas a Mí, que pasan desapercibidas a los ojos ajenos, Mi Corazón y el de Mi Santa Madre, reboza de gozo, y por ellas, Yo os mando muchas gracias a cambio de castigos, porque esas almas tan sencillas y de corazón tan recto y sincero, son Mi deleite y son como ya os lo he dicho pararrayos de la Humanidad. Yo , Jesús os hablo.
Pero quisiera que todas las almas de la Tierra vivieran solo por y para Mí, porque entonces este Planeta seria un Paraíso y pasaríais de esta vida a la otra sin apenas rozar el Purgatorio, porque hijos, quien vive pendiente de Mí y todo lo hace por mi amor, vive en el mejor camino de espiritualidad que puede existir, porque nada santifica más a un alma y nada Me da más gloria, que cuando las cosas y las obras buenas se hacen por amor a Mí y a Mi Santa Madre. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo estos mensajes los pone en práctica.