Venid a Mí hijos Míos, todos los que estéis cansados y agobiados que Yo os aliviaré (Mt 11, 28). Hijos de Mi Divino Corazón, os veo a multitud de vosotros sufrir agobios, sufrir enfermedades, persecución, toda clase de injusticias y lleváis solos vuestra cruz, cuando Yo el Redentor del mundo que tanto padecí por vosotros, os espero con los brazos abiertos y deseo que vengáis a Mí para ofrecerme todo lo que padecéis, y dejarlo en Mis manos, que Yo el Justo no os defraudaré.
Hijos Míos, aunque no entendáis la cruz, la cruz es un medio excelente de santificación cuando se acepta y se lleva a cuestas, no la llevéis arrastras hijos, no, aceptadla y cargad con ella como Yo Vuestro Redentor la cargue y la lleve por amor a vosotros. Ahora os pido que vosotros la llevéis por amor a Mí, y veréis como vuestra corona en el Reino de los Cielos será de un brillo especialísimo.
No entendéis el camino de la cruz, no entendéis porque os ha tocado a vosotros padecer, pero Yo permito que padezcáis para vuestra mayor corona y para mayor fruto en vuestras obras. Hijos, es una gracia muy grande que os otorgo con la cruz de la injusticia, porque os configuráis Conmigo y os hacéis en la Tierra otro cristo, y Mi Padre que os ve tan semejantes a Mí se llena de misericordia hacia muchos pecadores porque vosotros estáis sufriendo injusticia como Yo la padecí. Yo, Jesús, Vuestro Redentor, os hablo.
Poned ahora en marcha vuestra fe, creed hijos, creed que Yo estoy con vosotros y que no os he abandonado, creedlo, y no dudéis nunca de Mi bondad, ni de Mi amor, ni de Mi misericordia. Yo Soy el Justo y Conmigo nadie puede, pero permito vuestros sinsabores para que seáis santos, verdaderamente santos en el dolor y no el gozo, que en el gozo es muy fácil cumplir Conmigo. Yo, Jesús, Vuestro Hermano, Vuestro Rey, os hablo.
Quien toma su cruz y Me sigue, y sigue tras de Mí, y no pierde la fe, y espera todo de Mí, ha entrado en la escuela de la santidad heroica, y Yo lo bendeciré con creces eternamente y bendeciré todo aquello que haya emprendido o emprenda. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.