Los santos verdaderos se reconocerán por sus obras. Yo, Jesús, os hablo.
Muchos de vosotros tenéis dudas de la santidad de determinadas personas que son o han sido instrumentos Míos. Hijos Míos, mirad y ved como practican toda clase de virtudes para ver en ellos si su santidad es autentica o fingida, porque hijos, la santidad se puede fingir pero las virtudes no, o son verdaderos virtuosos, o si fingen, tarde o temprano se descubrirá la trampa en sus reacciones, en su poca paciencia y sobre todo en su falta de humildad. Yo, Jesús, os hablo.
La santidad de un alma solo Yo la conozco, ni siquiera ellos mismos, así que no pretendais saber más que ellos mismos. Quien Me sirve en santidad solo Yo lo se. Quien se busca a sí mismo también solo Yo lo se. El grado de fe y de amor solo Yo lo se. Vosotros hijos Míos, incluidos los directores espirituales de las almas, podéis tener indicios, suponer, pero nunca tendréis la certeza, porque el ser humano no es perfecto aunque viva entregado a Mí, y siempre quedan sombras de dudas. Yo, Jesús, os hablo.
No os plantéis si una persona es santa o no, solo imitad sus virtudes si las tiene, pero si os hablan bien aunque no practiquen lo que predican, os digo lo mismo que dije en mi vida publica, haced lo que ellos dicen pero no les imitéis (Mt 23,3). Saber hablar bien casi todo el mundo sabe hacerlo, hasta un pagano, poner en práctica lo que se dice ya es más difícil, porque para ello hace falta Mi gracia, y si doy Mi gracia pero no son fieles a la misma o no se esfuerzan, es difícil practicar la virtud, porque la naturaleza humana esta dañada por el pecado original y tiende a lo fácil, a lo cómodo, a lo llevadero.
Las obras de amor y hechas por amor a Mí perduraran para siempre, pero las obras que solo buscaron vanagloria, incentivos económicos, reconocimientos, durarán poco en el transcurrir de los tiempos, porque lo que no esta asentado en Dios aunque se use su nombre para fundarlo, se extinguirá con el paso del tiempo y no perdurará. Yo, Jesús Vuestro Salvador, os hablo y os instruyo.