Todos
hijos Míos, todo dará la vuelta y, lo que es blanco se volverá negro y lo que
es negro se volverá blanco. Yo, Jesús, os hablo.
Los
poderosos se verán en la ruina y los afligidos se llenaran de gozo, porque no
quiere esta generación perversa dar culto a su Dios y Señor, y por eso, el
castigo se dejará ver ya en esta vida. Yo, Jesús, os hablo.
Los que
Me sois fieles nada tenéis que temer, porque Yo os protegeré como a las niñas
de Mis ojos, pero debéis seguir siendo fieles cuando las cosas se os pongan
feas, porque entonces esa fe vuestra Me dará mucha gloria y salvará a muchos
indecisos. Yo, Jesús, os hablo.
No
ambicionéis la suerte de los ricos que Yo los dejaré vacios (Lc 1,53) de sus
suntuosas casas y trocaré su bienestar en llanto
y dolor. Sed pacientes en la tribulación, Yo os veo y estoy a vuestro lado
aunque no Me sintáis. Soy el Justo y el Justo hará justicia con creces a los
que Me siguieron hasta el final.
¡Ay de
aquellos sacerdotes! que emplearon su ministerio para vivir opíparamente. ¡Ay
de los pastores! (obispos) que hicieron oídos sordos a denuncias y quejas de
abusos de sus presbíteros. Yo Soy el Justo y haré justicia y los que tienen
hambre y sed de justicia quedarán saciados (Mt 5,6). Yo, Jesús, os hablo.
Todo se
paga ante Mi Majestad, lo bueno tendrá su recompensa y la iniquidad su castigo,
por tanto, no lloréis hijos Míos de la maldad que veis y de la que sois
victimas que Yo, Jesús, el Justo, os haré justicia.
Bienaventurados
los que lloran porque ellos serán consolado (Mt 5,4) Y bien grande que será
vuestro consuelo, tanto que no lo podéis imaginar, pero os pido resistir un
poco más, resistir esta tribulación que muchos estáis padeciendo y veréis como troco en gozo
inmenso vuestro dolor. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que
leyendo este mensaje lo pone en práctica.