Páginas

Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



20 de agosto de 2013

YO SOY EL JUSTO Y HARÉ JUSTICIA Y LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA QUEDARÁN SACIADOS



Todos hijos Míos, todo dará la vuelta y, lo que es blanco se volverá negro y lo que es negro se volverá blanco. Yo, Jesús, os hablo.

Los poderosos se verán en la ruina y los afligidos se llenaran de gozo, porque no quiere esta generación perversa dar culto a su Dios y Señor, y por eso, el castigo se dejará ver ya en esta vida. Yo, Jesús, os hablo.

Los que Me sois fieles nada tenéis que temer, porque Yo os protegeré como a las niñas de Mis ojos, pero debéis seguir siendo fieles cuando las cosas se os pongan feas, porque entonces esa fe vuestra Me dará mucha gloria y salvará a muchos indecisos. Yo, Jesús, os hablo.

No ambicionéis la suerte de los ricos que Yo los dejaré vacios (Lc 1,53) de sus suntuosas casas y trocaré su bienestar en llanto y dolor. Sed pacientes en la tribulación, Yo os veo y estoy a vuestro lado aunque no Me sintáis. Soy el Justo y el Justo hará justicia con creces a los que Me siguieron hasta el final.

¡Ay de aquellos sacerdotes! que emplearon su ministerio para vivir opíparamente. ¡Ay de los pastores! (obispos) que hicieron oídos sordos a denuncias y quejas de abusos de sus presbíteros. Yo Soy el Justo y haré justicia y los que tienen hambre y sed de justicia quedarán saciados (Mt 5,6). Yo, Jesús, os hablo.

Todo se paga ante Mi Majestad, lo bueno tendrá su recompensa y la iniquidad su castigo, por tanto, no lloréis hijos Míos de la maldad que veis y de la que sois victimas que Yo, Jesús, el Justo, os haré justicia.

Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolado (Mt 5,4) Y bien grande que será vuestro consuelo, tanto que no lo podéis imaginar, pero os pido resistir un poco más, resistir esta tribulación que muchos  estáis padeciendo y veréis como troco en gozo inmenso vuestro dolor. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo pone en práctica.