Almas de Dios, muchas
de vosotras sois almas que Me consuelan el Corazón por la entrega que Me tenéis,
por lo sufridas que sois, por el esfuerzo que tratáis de hacer de perseverar
hasta el fin y por la fe que ejercéis en las cosas reveladas por Mí y en el Antiguo
Testamento. Yo, Jesús, os hablo.
Quien cree lo que ha sido revelado desde años
inmemorables, son almas que Nos agradan sobremanera en el Cielo, porque hijos,
cuando alguien pretende saber más de lo que está dicho, comprobado, corroborado y estudiado, esas almas son
retorcidas que se aman a sí mismas tanto, que no pueden aceptar otros criterios
que no sean los propios. Yo, Jesús, os hablo.
Ay hijos, ¡cuántas almas van camino del Infierno por
el amor propio! Es el que más almas condena, y ahí está el primer ejemplo de Satanás
que tanto se amó que se perdió a sí mismo eternamente arrastrando con él
miríadas de Ángeles y de almas.
La humildad debe alcanzar a todas las personas y en
todos los campos. Si no os planteáis ninguna duda de lo que han dicho los historiadores
sobre personajes históricos como Cristóbal Colón, Nerón o Calígula, ¿por qué
os planteáis dudas sobre lo que el Magisterio de la Iglesia dice y que consta
en las Sagradas Escrituras?
Os negáis de esta forma a vosotros mismos, hijos
queridos, la salvación y la sana doctrina que os ayudará a tener paz, la paz que
Dios da que no es como la da el mundo, y que os ayudará a tener valor y
fortaleza en los días de tribulación ¿Quién soporta bien la pruebas? Aquellas
almas que tienen fe, que creen en lo revelado y que lo esperan todo de Dios. ¿Quién
tiene esperanza? Aquellas almas que se alimentan de Mi Palabra divina, que
creen en Mí y que lo esperan todo de Mi divino Corazón.
Por tanto hijos, no os dejéis engañar por criterios
humanos como los vuestros que son desacertados y, que ellos os llevarán por caminos
erróneos y opuestos a los de la Vida Eterna. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.
Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.