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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



6 de noviembre de 2012

NO OS DESALENTÉIS SI CUANDO MUERE UN FAMILIAR APARENTEMENTE PARECE QUE MUERE EN APOSTASÍA


Abundantes beneficios daré a aquellas almas que sufren por la salvación de sus familiares, que se sienten impotentes, que Me los encomiendan. Yo, Jesús, os hablo.

Porque quienes desean que un alma se salve y pone de su parte para ello, bien orando, sacrificándose, o tratando de llevar a esa alma por las sendas de Dios, Yo lo bendeciré eternamente. Sí hijos, sí, quien desea la salvación de las almas y Me pide por ellas, es un alma cristiana que se asemeja a Mi Corazón y, su corazón humano desea lo que Mi Corazón divino y sus sufrimientos son participación de los Míos. Yo, Jesús, os hablo.

No os desalentéis si cuando muere un familiar por el que habéis pedido tanto y aparentemente parece que muere en apostasía, no os desalentéis. Si vieseis la de almas que se salvaron a pesar de que murieron aparentemente en rechazo de Dios, os quedaríais atónitos, porque Mi Padre bendice y agradece mucho quien se ofrece y ora por las almas que a punto de dar cuentas a Dios, están todavía en estado de rechazo hacia el arrepentimiento y la conversión. Sí hijos, sí, se salvan muchas más de las que creéis y luego ellas interceden por vosotros en su estado de gloria y os agradecen eternamente las intercesiones de  salvación que tuvisteis para con ellas. Yo, Jesús, os hablo.

Si os hiciera ver las maravillas que obra la fe y el poder de la oración de quien  Me ama y vive en Comunión Conmigo, no os esforzaríais tanto en pedir por esas almas ya en fase terminal. Yo oculto el milagro de Mi gracia para mayor corona vuestra y para que no bajéis la guardia ni un solo instante, así que hijos queridos de Mi Santa Madre, Ella agradece mucho y se complace en esos hijos que no desean que el valor de Mi Preciosísima Sangre se pierda en otras almas que, viviendo en estado de pecado se pueden salvar por el ofrecimiento y oración de quienes comprenden que deben colaborar con el Cielo en la reconversión de ellas.

Pero si además quien lo desea es un sacerdote, casi es imposible que se malogre, porque el sacerdote Me representa y Soy Yo quien actúa en él, hablo de los sacerdotes fieles a su Ministerio y en Comunión Conmigo. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.