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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



15 de mayo de 2013

DEBÉIS TENER LA SANTA COSTUMBRE DE INVOCAR AL ESPÍRITU SANTO EN TODO MOMENTO



Hijos de Mi divino Corazón, antes de comenzar cada reunión, cada acto religioso  público o privado, deseo que se invoque al Espíritu Santo con la boca y de corazón, para que demandéis  Su acción en lo que vayáis a hacer y no os falte ni Su luz ni Su sabiduría y, santifique el acto en sí. Yo, Jesús, os hablo.

Esto  ya os lo he dicho anteriormente, pero veo que no siempre lo ponéis en práctica.  Sobre todo vosotros sacerdotes que andáis en un ministerio sagrado debéis invocar al Santo Espíritu para que El os ayude en vuestras homilías, confesiones, consejos y demás asuntos que pertenecen a la fe. Yo, Jesús, os hablo.

Vosotros laicos debéis también tener la santa costumbre de invocar al Espíritu Santo en todo  momento, porque Yo os mandé al Paráclito para que El os supla en donde no alcanzáis y para que una vez ascendido al Cielo, sea Él quien siga Mi labor. Así pues hijos que deseáis santificaros por medio de Mi santa doctrina, invocad en todo momento a Mi Santo Espíritu, incluso cuando Me pedís algo y,  El os ayudará a comprender y a saber esperar que lo que pedís será en el momento más oportuno y necesario para vuestra santidad, porque nunca El os iluminará erróneamente si tenéis buena voluntad y buenas disposiciones y nunca os iluminará en contra de la fe católica. Yo, Jesús, os hablo.

Todo lo que hagáis por el Espíritu Santo, lo hacéis y lo recibimos las Tres divinas Personas, todo es para las Tres, porque Él es el Espíritu de Mi Padre y el Mío y, está en plenitud en Nosotros y nosotros somos uno con El. Yo, Jesús, os hablo.

Los fieles deben acostumbrarse a invocar en las cosas espirituales al Espíritu Divino. Deben acostumbrarse a invocar y pedir ayuda en las cosas materiales y cotidianas a sus Santos Ángeles de la Guarda, que muchos vivís ignorándolos totalmente y ni siquiera sabéis que están a  vuestra disposición para guiaros hacia Dios y limpiaros de todo obstáculo y peligros que vayan contra la voluntad de Dios. Yo, Jesús, os hablo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo pone en práctica.