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Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



23 de junio de 2013

MI ENEMIGO MORTAL QUIERE MANCILLAR TODO LO QUE YO HAGO Y DERRUIR LO QUE YO EDIFICO



Hijos Míos, sed sobrios en todos los aspectos y vivid cierta austeridad. No os hagáis cómplices de la frivolidad, porque esas ligerezas no agradan a Dios Altísimo. Yo, Jesús, os hablo.

Decís que Me amáis y que creéis en Mí, pero luego no vestís ni os comportáis como lo que decís, porque hijos, si Me amáis sed sobrios, decentes, austeros y disciplinados, que vuestro lenguaje no sea burdo y que cuando habléis lo hagáis sabiendo que vuestro Padre Celestial os escucha. El bien merece de sus criaturas buenas composturas, ya sé que os cuesta mucho enmendaros, ya sé también que malas intenciones no hay, pero hijos, debéis darme gusto y ser dignos hijos Míos, y no ser tan chabacanos, evitando esas risotadas, esos gritos con los que a veces os expresáis, sí, hijos, sí, sed más refinados en todo, que vuestras composturas den ejemplo a quienes os observan y a quienes os ven. Yo, Jesús, os hablo.

A vosotros instrumentos de Dios esto no os lo pido, os lo exijo. Un instrumento que  recibe del Cielo mensajes, debe cuidar su imagen, su lenguaje, sus reacciones y todo, absolutamente todo, porque seréis puntos de mira para muchos y si os ven triviales, chabacanos, tibios, dirán que ese instrumento deja mucho que desear.

Y os pido a todos los cristianos, a todos en general y a cada uno en particular, que seáis moderados en todo, hablando, rezando, discutiendo, en todos los momentos, y que la moderación sea para vosotros la base de vuestro comportamiento y de saber estar no solo con los de fuera, sino con los de dentro: cónyuges, hijos, hermanos y demás, porque Mi enemigo mortal quiere mancillar todo lo que Yo hago y derruir lo que Yo edifico, no permitáis que se alegre viéndoos tan chabacanos hablando. Yo, Jesús, os hablo.

Que sepáis escuchar, que sepáis esperar vuestro turno en conversaciones, que no deis pie al protagonismo, que seáis hijos dignos de Dios que os hizo a Su imagen y semejanza. Y lo mismo que a vosotros os alegra cuando os dicen que vuestros hijos se os parecen, así también se alegra Mi Padre Celestial y Me alegro Yo, si veo que os parecéis a Mí. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo pone en práctica.