Páginas

Tantas veces como reclamamos justicia y reinvindicamos nuestros derechos, tambien Dios tiene sus derechos que son deberes para con nosotros. Fue Jesucristo quien nos dijo: Dad a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar. Pues tomemos nota y cumplamos lo que a Dios le corresponde que le demos: AMOR, ADORACIÓN, GRATITUD Y REPARACIÓN.



25 de abril de 2014

MI VIDA POR LA TIERRA FUE UNA VIDA DE DISCIPLINA Y APOSTOLADO INTENSO



Hijos de Dios, Me es muy agradable y bendigo a todo aquel que propaga Mi Reino con folletos, estampas artículos y libros, es algo muy elogiable que empleéis el apostolado escrito, para adoctrinar e instruir a las almas tan desnutridas por falta de la sana doctrina.

Pero os recuerdo que si la palabra mueve el ejemplo arrastra y, que una vida honrada y espiritual con una piedad auténtica, sin ñoñerías ni nada que os hagan parecer personas de otra galaxia, es mucho más fructífero para las almas, porque si os ven que viviendo en Dios sois felices, incluso a pesar de las pruebas que tengáis, quienes os contemplen pensaran que vuestros caminos son caminos de paz y gozo y los haréis reflexionar. Yo, Jesús, os hablo.  

Mi vida por la Tierra fue una vida de disciplina y apostolado intenso. Caminaba kilómetros por pueblos y aldeas y la gente Me recibía con entusiasmo. No esperé a que ellos vinieran a Mí, Yo iba al encuentro de aquellos que no podían seguirme y, les llevaba toda clase de bendiciones, no solo materiales, sanándoles de enfermedades y dolencias, sino también espirituales, las cuales les dejaba en el alma esa unción que solo Dios puede dejar. Yo, Jesús, os hablo.

Ahora vosotros debéis continuar Mi labor e ir al encuentro de quienes no se acercan a la Iglesia, procurándoles amistad sana y comprensión, sin reprocharles nada, porque solo Yo conozco los corazones de las personas y se cuáles son sus disposiciones e intenciones. Yo, Jesús, os hablo.

Pero tenéis que ser prudentes como serpientes y sencillos como palomas (Mt 10,16), sin prepotencia ni vanidad, sin creeros mejores. Por tanto hijos, os pido que visitéis a vuestros contemporáneos enfermos, a los que están deprimidos, a  los que están en paro y carencias materiales y espirituales, y llevadles Mi paz y vuestro amor, porque si hacéis de corazón estas cosas Yo les daré Mi paz y, para ellos habrá perspectivas diferentes aun a pesar de las pruebas. Yo, Jesús, os hablo.

Que seáis  hermanos en Dios, hijos de un mismo Padre, y que ellos, vean  que los que sufren no son indiferentes para los hijos de Dios. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.