Hijos Míos, muchos
de vosotros tomáis en serio estos mensajes y los ponéis en práctica, a veces
con gran esfuerzo por vuestra parte. Yo bendigo vuestros esfuerzos y el empeño
que ponéis en ser buenos y fieles a Mis deseos. Yo, Jesús, os hablo.
Satanás odia a
todo aquel que Me obedece, que Me sirve, que Me es fiel, que Me da gloria, porque
él no entiende que podáis amar, ya que él es todo odio y no sabe nada que tenga
que ver con el amor.
Yo bendeciré en
vuestras familias y profesiones el empeño que ponéis por seguirme, con mensajes
o sin mensajes, porque también tengo a muchos hijos que Me sirven y Me honran
sin conocer los mensajes, y todos vosotros estáis dentro del Corazón Inmaculado
de Mi Madre que os ama y os ayuda e intercede por vosotros, para que
perseveréis en todo momento, en los buenos y en los malos, en esas pruebas que
muchas veces tenéis que superar o sufrir porque así lo dispone Mi sabia Providencia.
Yo, Jesús, os hablo.
No atosiguéis a
otras almas con los mensajes. Dadlos pero no las forcéis a que los lean o los
cumplan, ya Mi gracia hará eso en el momento adecuado, que no siempre es el que
vosotros escogéis. Es bueno que sembréis, muy bueno, pero no pretendáis sembrar
y recoger el fruto en el mismo momento, porque una cosa es sembrar y otra cosechar.
Yo, Jesús, os hablo.
Rezad
hijos Míos, rezad por la situación de la Iglesia, tan perseguida y atacada,
porque Me odian. Los esbirros de Satanás Me odian a muerte y lo pagan con todo
aquel que Me ama y Me sigue y da testimonio de Mí. Pero no saben ellos que la
sangre de los mártires es semilla que engendra nuevos cristianos. Así pues
rezad para que la cruz, la prueba, la tribulación, la persecución en todos sus
aspectos la podáis superar y salir airosos, porque sin la oración no podréis
vencer, y por medio de la oración os da la Santísima Trinidad la gracia. Yo,
Jesús, os hablo.
Amad hijos, amad a vuestros enemigos, no los juzguéis, muchos creen que hacen bien como le pasaba a Mi siervo e hijo Pablo que perseguía a los cristianos y creía que hacía bien. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.
Amad hijos, amad a vuestros enemigos, no los juzguéis, muchos creen que hacen bien como le pasaba a Mi siervo e hijo Pablo que perseguía a los cristianos y creía que hacía bien. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.